Gritos, forcejeo y mucha incertidumbre. Un terrible hecho consternó y alarmó a la población, cuando la dueña de una dietética estuvo a punto de ser abusada por un hombre que se hizo pasar por un cliente.
Según relató la propia víctima, el sujeto estuvo dando vueltas por el lugar, primero ingresó al sitio y estuvo merodeando sin hacer alguna pregunta, y se retiró. Tiempo después regresó, y ese fue el principio de la desgracia.