Una gran polémica explotó cuando una maestra se presentó al casting de Gran Hermano, y dijo que vendía contenido erótico. Ante esto, la comunidad educativa respondió fuertemente a la iniciativa de la docente.
Miguelina Fredes Sarasola, quien trabajaba en una institución educativa hasta que pidió licencia médica, debido a alegó que tiene “trastorno límite de la personalidad”, por lo que presenta “inestabilidad emocional, gran ansiedad general y episodios depresivos”.