Salvaron a ‘Bambi’ de unos caza-ciervos de La Plata pero nadie se hizo cargo en el ECAS: “¡Se estaba desangrando!”

Persecución, tensión, falta de atención, un animal desangrado, veterinario que la operó llamando a otro, un grupo de defensores que pidió “a los golpes” por la salud del cierva ante la persencia de la Policía y un dueño que apareció a las horas luego de que se les escapen los animales. Todo eso pasó en La Plata.

El ECAS, ente provincial, cumple una importante función en materia de preservación y protección de la diversidad biológica, sin embargo toma protagonismo ya que denunciaron que “nadie lo quiso atender desde allí por ser mediático”.

¿Qué pasó?

El hecho ocurrió el martes, cuando Belén encontró dentro de la casa un ciervo. Ella abrió el portón y lo metió, porque “andaba una camioneta azul con personas de nacionalidad boliviana y unos perros cazando, cazando ciervos“.

Eran dos ciervos que se le escaparon a una persona. “Se escaparon cuatro y dos se metieron”, le contó uno de los testigos a El Editor Platense. “Entró al predio San Antonio”, sumó.

A Teresita, como llaman al animal, “le falta la vulva entera y se estaba desangrando”. Al enterarse de la situación, llaman directamente al ECAS y desde allí le dijeron que “no te lo voy a recibir porque vos saliste en los medios por el tema de la zorrita y así que no pienso recibirte”.

Uno de los testigos que la encontró se puso en campaña para encontrar quién sí le podía responder qué hacer, mientras la ‘Bambi’ sufría. “Hablé con otra persona más arriba y empecé a llamar a dos mujeres que están más arriba, que manejan lo que es flora y fauna”.

“Ellas me dijeron que si me lo recibían, que estaban en viaje”, indicó. Sin embargo, él estuvo esperando con el animal más de cuatro horas para que le den la autorización. Sucedía que hasta ese momento nadie sabía quién era el dueño.

“Llamé una persona de control animal de acá, de La Plata, para que hable con alguna una veterinaria para que paren la hemorragia y fui u“, sostuvo. Allí fue que cargaron al ciervo hasta 27, diagonal 74 y 69. Y en ese lugar es donde el doctor Acosta paró la hemorragia “hablando por teléfono con otro tipo especialista en esto”.

Mientras ocurría, el ECAS seguía sin contestarles hasta que apareció el dueño de Teresita. “Me llama por teléfono, que tenía la guarda del animal”. Tras cortar, se comunicó con el 911 para hacer la denuncia de todo lo sucedido. Que la estaban persiguiendo, que no recibió atención del ECAS y que el dueño estaba en camino. Pese a todo y las horas, nada estaba claro: “No sé qué hacer”.

¿Y el ECAS? “Siguen sin contestarme, me toman el pelo, me burlan porque me dice no te lo voy a tomar porque sos mediático por el tema de la zorra“, siguió en su relato uno de los que rescató a la cierva.

Pasó a problemas mayores

“Y bueno, cuestión que llegó el tipo, también los de Greenpeace y empezaron a las patadas, piñas, quilombo, corridas; la Policía cortó la calle y bueno, el tipo tenía la tenencia“, expresó.

“Lo único que le pedí si me dejaba ir con él a llevar el ciervo a ver el corral, si era verdad todo. Entonces lo cargamos en una camioneta, lo llevamos hasta el corralón donde él vive. Tenía un corral grande y se veía que era para ciervos y bueno, así que nada, se lo dejé, se lo llevé ahí”, recordó.

Tras lo sucedido el martes, recién ayer miércoles hubo comunicación “más seria desde el ECAS”. “Quien me llamó que se iba a hacer cargo, me mandó un mensaje diciendo que ‘no sabía nada y que no van a hacer nada porque no tienen nada en la oficina’. Yo me maté llamando, hice denuncia penal, le dije todo y no se hicieron cargo, dejando el animal tirado en el campo“, exclamó.

Se supo que Teresita se levantó al otro día, pero con “un agujero gigante, le falta la vulva”. El dueño se contactó con la veterinaria para hacer una cirugía y poder ponerle fin a esta dramática historia, ya que fue atacada por los perros de quienes la perseguían.