
La final de la Champions League que protagonizarán los equipos ingleses Manchester City y Chelsea, el 29 de mayo, se celebrará en Estadio do Dragao, en la ciudad portuguesa de Oporto, en lugar del Ataturk Stadium de Estambul, Turquía.
Para este duelo decisivo pretenden que pueda haber un aforo mínimo de espectacores, aunque se confirmará en algunos días entre la UEFA, las autoridades portuguesas y la Federación Portuguesa de Fútbol.