Lucas González de 17 años, pelea por su vida tras recibir un disparo en la cabeza por parte de la policía, luego de que lo interceptaran cuando se trasladaba con tres amigos en un auto por el barrio porteño de Barracas.
Actualmente, permanece en gravísimo estado y su madre denunció que fue víctima de un caso de “gatillo fácil”, que los efectivos “tiraron a matarlo” y que le “plantaron” un arma de fuego para simular un enfrentamiento.