
El increíble hecho ocurrió cuando un hombre decidió estafar a un narcotraficante vendiéndole ladrillos que no eran de droga, sino que son los que se utilizan para la construcción. Al darse cuenta que había sido estafado, el hombre expresó: “Ya no se puede confiar en nadie”.
La víctima de la estafa fue descubierta por efectivos policiales ya que estaba marcado como sospechoso y por lo tanto, inspeccionaron su vehículo en un control vehicular. Sin embargo, solo hallaron ladrillos y el implicado, que resultó ser narcotraficante, contó que lo estafaron en Paraguay ya que se los vendieron como si fuera marihuana.
Tras esto, el sujeto, que estaba circulando por Brasil, le dijo a los policías que “no se puede confiar en nadie” ya que “fui engañado, colocaron bloques para aumentar el peso del material”, aseguró indignado el implicado.