
Si alguna vez usaste un dispositivo tecnológico conectado a Internet, el buscador más popular del mundo guarda información al respecto y puede saber todo sobre vos, pero ¿existe alguna forma de controlarlo?
Los algoritmos de Google trabajan en forma constante para brindan un servicio eficiente y adaptado a cada usuario. Es por eso que cada vez que buscamos algún producto para comprar o simplemente compartimos fotos de nuestras vacaciones, estamos proporcionando información a la plataforma, creando un perfil con diferentes etiquetas en función de tus intereses.
La realidad es que Google te conoce mejor que nadie, y sabe mucho más de vos de lo que probablemente crees: tu nombre completo, tu nacionalidad, las palabras que usas con más frecuencia en WhatsApp y en tus correos electrónicos. Conoce todos y cada uno de tus mensajes; la música que sueles escuchar; cuando salís a trabajar, cuando volvés tu hogar y probablemente los amigos que hiciste.
Miles de usuarios han tratado de escapar del espionaje, entrando al buscador desde una ventana de incognito, cifrando los mensajes de Whatsapp, poniendo fotos falsas y alias a las redes sociales, pero esas soluciones no son eficientes.
“La única manera de evitarlo es no utilizar un smartphone o hacer uso de navegadores que sean más privados. Pero esas soluciones no son realistas, pues no te aportan lo que te aporta Google, ni te dejan utilizar el correo electrónico, ni el calendario”, resume explica Roberto Esteban, CEO de Teknek Ciberseguridad.
La mayoría de las personas no le damos la debida importancia a las políticas de privacidad de cualquier aplicación que descargamos, a las cookies de todas las páginas de internet y a la ubicación que te pide Google, y es completamente normal.
“Las únicas personas que alguna vez han leído esos documentos completos son las que trabajan en ciberseguridad, no nos engañemos, y si alguna persona más lo ha leído, seguro que no lo entendió”, explica Roberto Esteban.
Todo lo anterior, aunque parezca sacado de una película de espionaje, no es secreto. Lo puedes encontrar en la primera línea del documento de política de privacidad del buscador de Google que, probablemente, nunca has leído. “Cuando usas los servicios de Google, nos confías tu información”. Así de claro.