Luego de 65 años, la harina Blancaflor de la empresa Molinos decidió hacer un cambio de imagen y sacar a la tradicional “Negrita” cocinando de su logo. En el nuevo envase, sólo se ven las manos de una persona, junto a un bols con una preparación.

Entre las versiones que circularon y celebraron el cambio, resaltaron el fin del racismo y el machismo. El logo incluía a un dibujito de chica afro que presentaba feliz el producto. Al tener uniforme de cocinera, se la asoció con una “empleada” y muchas personas lo vinculan con la explotación, incluso con la esclavitud; además de asociaciones directas de cocina-mujeres.

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Pero otro de los motivos podría acercarse a la nueva ley de etiquetados que se está debatiendo en el Congreso y que establece que “se prohíbe incluir personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas, elementos interactivos, la entrega o promesa de entrega de obsequios, premios, regalos, accesorios, adhesivos, juegos, descargas digitales, o cualquier otro elemento, como así también la participación o promesa de participación en concursos, juegos, eventos deportivos, musicales, teatrales o culturales”.

Si bien esta ley todavía no se aprobó en nuestro país, en lugares como Chile o México estos son requisitos indispensables y la empresa nacional suele exportar su producto, por lo que podría ser uno de los motivos.

By Diego Aramayo

Licenciado en Comunicación Social con más de una década de experiencia en medios gráficos y digitales. Hago policiales y soy hincha de River | 32 años “La respuesta más simple suele ser la correcta”

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