Un joven de 25 años denunció que había sido asaltado por delincuentes cuando iba por la calle y que delincuentes le habían robado su moto, una Suzuki Fun. El muchacho aportó todos los datos y se inició una investigación, pero terminó descubriéndose una red de mentiras.
Después de realizar una serie de averiguaciones por parte de la sub DDI de Berisso, los uniformados lograron determinar que el hecho nunca había ocurrido y que en realidad todo se debía a una artimaña del chico para cobrar un dinero, por lo que volvieron a interrogarlo y este terminó confesando.